La importancia de saber pedir

Pongámonos en situación:
Llevo todo el día sin parar y tengo muchísima hambre, necesito comer algo, pero como si fuera un mal sueño hablo y nadie me oye, me muevo inquieto pero nadie entiende lo que me ocurre.

Mi hermano ha puesto la música altísima y necesito descansar, llamo a su puerta pero nadie responde, grito y nadie me oye, muestro mi enfado pero no entienden que me pasa.

A muchos de nosotros estas situaciones pueden pareceros poco realistas. Aunque para los niños y niñas con problemas para comunicarse es algo muy habitual.

Los niños viven multitud de situaciones a lo largo del día en las que necesitan pedir la colaboración de los adultos: para alcanzar un juguete, pedir comida, ayuda para abrir una recipiente, abrocharse el abrigo, expresar lo que desean y lo que no, lo que les gusta o desagrada…

¿Como solucionar una situación así si no tienes manera de pedir lo que necesitas?

Por eso, es fundamental dotar a nuestros niños y niñas con dificultades para comunicarse de recursos que eviten este trance.  Debemos proporcionar a estos niños y niñas de herramientas de comunicación, ya sean verbales o no verbales, adaptadas a las características de cada niño y niñas y de sus familias: palabras, gestos, sistemas alternativos de comunicación…

Es necesario enseñarles a pedir (con palabras, gestos o sistemas alternativos de comunicación) ayuda,  continuidad de una actividad, objetos que desean, necesidades básicas como comer o ir al baño…

De no hacerlo veremos limitadas enormemente sus posibilidades de acción y creando una gran frustración y ansiedad, tanto en ellas y ellos como en su entorno. En definitiva, dotándoles de herramientas de comunicación, les estamos otorgando el derecho de dar a conocer sus necesidades y deseos.